Yoga Extremo

¿Porqué "Yoga Extremo"?

Comencé a enseñar Yoga hace 20 años, y en ese tiempo conocí muchas clases de profesores y de alumnos.

Obviamente no todo lo que ví me agradó, pero de todo pude aprender. Y lo que se aplica a la vida cotidiana, también suele ser válido en el Yoga.

Por ejemplo, que la verbosidad suele ocultar una carencia de algún tipo.

¿A dónde quiero llegar? Fácil. De toda la filosofía oriental que estudié, si tuviera que quedarme con una frase eligiría una de swami Shivananda que dice "El Yoga es 90% práctica y 10% teoría".

En la práctica, sin embargo, sólo un ínfimo porcentaje de profesores honra este precepto, prefiriendo atiborrar a sus alumnos con toneladas de teoría que en el fondo no hacen más que desviar la atención del punto fundamental:

YOGA ES PRÁCTICA

Y no cualquier práctica. Es una práctica exigente, comprometida, y constante. Los verdaderos maestros practican siempre, incluso a edad avanzada.

Es una práctica que nos enfrenta con nuestros miedos y debilidades, una práctica que nos exige desde el comienzo la superación progresiva de nuestros límites, enseñándonos a estar siempre presentes en el aquí y ahora.

Pero así como exige un considerable esfuerzo de nuestra parte, también nos retribuye, incluso diría desproporcionadamente.

Mis alumnos pueden atestiguar, ya al mes de práctica, una significativa disminución del estrés y la ansiedad, una nueva sensación de seguridad interior y renovada confianza en la vida. La flexibilidad, la fuerza y la concentración se incrementan notoriamente, y los sentidos se agudizan.

Casi suena a Magia, ¿no?

No.

Es YOGA EXTREMO.